miércoles

Ruta Peñalba de Santiago-Cueva de San Genadio






  • Habíamos quedado en el lugar de constumbre para salir todos juntos hacia la ruta de turno. Esta vez la hora de salida era las 9, que no gusto mucho... Claro que levantarse un Domingo antes de esa hora jode un poco, sobre todo si te fuiste a la piltra a las 6, y no no lo digo por mi. Pero ahí estaba él, el trasnochador, como un clavo esperándonos a todos. este ya tiene sendero desde su casa a el lugar de encuentro; el sendero mas antiguo del pueblo, doy fe.

  • Joder nos amaneció el día que amenazaba ruina, más o menos así fue. Llegamos a Peñalba de Santiago a eso de las 11. Fue bajarnos de los coches y Gustavo nos sorprendió con un estupendo caldo para que los cuerpos fueran entrando en calor y vaya si lo hicieron, como quemaba el jodio caldo. Una vez en las calles del pueblo, para mi gusto uno de los mas bellos de la provincia de León, tuvimos el primer y único percance del día. A la perra de Gustavo le quisieron dar un a paliza dos perros del lugar. Si no hubiese sido por la rapidez con la Gus sacó su bota del 42 esparramao a relucir no se yo en que habría acabada la cosa, por eso y porque vino el dueño de dichos canes. Acto seguido cogimos el sendero que un buen rato después de acceder a el nos llevaría ala Cueva de San Genadio. Una vez dentro de la cueva pudimos comprobar que alguien ya se nos había adelantado esa mañana, el santo tenía varias velas encendidas hacía poco rato. Desde el alto donde se encuentra la cueva se puede disfrutar de una magnífica vista del Valle del Silencio y de Peñalba. Repusimos fuerzas con algo de comer y después Mª Mar, señora de Yo, sacó el termo de que había preparado con cafetín con leche ( joder estaba que derretía los basos ) para calentar el pecho por lo bien que lo habíamos hecho...
  • Una vez en Peñalba de nuevo, hicimos un para técnica en la cantina del pueblo, puufff, que cecina tenía el cantinero y como tiraba el tío de cuchillo. Nos trato de puta madre y será visitado de nuevo cuando se tercie, doy mi palabra. Bueno el caso es que Xuxito y yo nos pusimos moraos.
  • Rematamos faena en la Casa del Botillo en Ponferrada, que de nos ser por que Xuxito estaba algo en baja forma ya a esas horas con un solo botillo no habríamos tenido ni para empezar. Desde aquí recomiendo una visita a este restaurante a todo aquel que le guste dicho manjar. A fin de cuentas y bajo mi opinión el día magnífico.

No hay comentarios: